27 marzo, 2017

Malas prácticas en posicionamiento orgánico: granjas de enlaces.

Dentro del posicionamiento orgánico en los motores de búsqueda existen best practices SEO que nos indican las acciones a realizar para estar dentro de los principales resultados ante las consultas de los usuarios. Caso contrario a esto, existen también malas prácticas que algunos han seguido utilizando como un viejo vicio, con el único fin de intentar engañar a Google para obtener así posicionamiento fácil y sin esfuerzo.

Hoy te explicaremos un poco más a fondo qué son este tipo de sitios, de dónde surgió este camino fácil y cuáles son las consecuencias de utilizar este tipo de trampas dentro de una estrategia de posicionamiento orgánico.

¿Qué es una granja de enlaces?

Se les llama granjas de enlaces a aquellos sitios web que venden espacios para vincular a otros sites a partir de enlaces de texto o imágenes. Sin embargo, es común que estos sitios no ofrezcan contenido o información de valor para los usuarios e incluso que no presenten concordancia temática ni semántica con el sitio en cuestión.

La compra en estos casos suele ser masiva y fácil de detectar para algoritmos. Existen plataformas disfrazadas de directorios web que venden enlaces al por mayor sobre temáticas en específico, solo que no están hechas para que usuarios realicen búsquedas, sino que intentan incrementar de manera fraudulenta el posicionamiento en motores de búsqueda.

A la par, por la naturaleza de este tipo de sites suelen presentar altos niveles de spam, los cuales terminan heredando a la página que enlazan y por tanto resultan altamente dañinos para la confianza que representa frente al buscador (trust flow).

¿Cómo surgieron?

En los inicios de Google se utilizó un algoritmo simple para el posicionamiento de las páginas en su buscador, tomaba en cuenta la popularidad de los sitios mediante los hipervínculos que apuntaban a ese site sin saber de dónde venían. Con el paso del tiempo se notó que muchas páginas buscaban hacer trampa para obtener mejores resultados y decidió aplicar diversos algoritmos que ayudaban a contrarrestar las malas prácticas que se estaban ejecutando.

¿Qué consecuencias pueden traer?

Utilizar esta técnica en tu estrategia de SEO puede traer consigo más castigos que beneficios, pues actualmente Google tiene un sistema de penalizaciones que van desde alertas hasta bloqueos en su buscador. Existen únicamente 2 tipos de penalizaciones dentro de Google los cuales determinan cuando un sitio cae dentro de las malas prácticas una es de tipo manual y la otra algorítmica:

  • Penalización manual

Ésta se da cuando un sitio web incurre en una de las acciones trampa para obtener una mejor posición en los buscadores. Google asigna a un encargado que revisará el caso y determinará si es prudente castigar este tipo de acciones. Este actor tiene la obligación de informar a los administradores mediante el Search Console que ha incurrido en una mala práctica y son los encargados del sitio que deciden si tomar medidas en el asunto o hacer caso omiso.

  • Penalización algorítmica

Google ha podido identificar un patrón de comportamiento negativo en el momento de intentar posicionar de forma no natural. Es por eso que cuando detecta una acción de engaño aplica el castigo; esto sucede automáticamente y sin la necesidad de informarle a los administradores cuál fue el problema encontrado.

A causa de una penalización se pueden desencadenar diferentes acciones, la más común es perder posición en el buscador a una más lejana. Pero una de las más graves sanciones que puede ocurrir es no aparecer en ninguna de las búsquedas ni por la keyword principal, ni por URL, lo cual sería realmente alarmante y provocaría que los usuarios no pudiesen encontrar este sitio hasta solucionar el problema.

Es por ello que si piensas que puedes engañar al motor de búsqueda más utilizado en el mundo estás en un error. Antes de considerar utilizar una práctica negativa, mejor busca una opción que no perjudique y que sí contribuya a tu marca.